domingo, 3 de abril de 2011

RUTINA I

El despertador acaba de sonar, eso quiere decir que son las 6 de la mañana, pero llevo despierto desde las 4, no me he querido levantar para no preocupar a mi esposa, ella sabe que llevo días intranquilo. Cada día me cuesta más encontrar un motivo por el que seguir adelante, pero ella y nuestra hija de 16 años son ese motivo que me hace no quedarme en la cama. No hay luz, últimamente nunca llega hasta las 6:10, me paso la mano por la cara y la barbilla llevo 6 días sin afeitarme y no me acostrumbro, mi hija me pide que me afeite dice que le pica cuando le doy un beso, mi esposa calla, ella sabe que no es cuestión de estética, la cuchilla ya no corta, pero si todo va bien Oscar me ha prometido un par de maquinillas de las que los clientes dejan en el hotel, y con ellas tendré para un par de meses. 
Esta noche ha sido muy fresca y como no hay luz, no funciona la ducha eléctrica, así que me aseo frente al espejo lo mejor que puedo. Mientras termino de vestirme me llega el aroma del cafecito que Veronica está preparando, creo que estos cinco minutos que pasamos en silencio, tomando el cafe, diciéndonos todo con solo una mirada, son lo mejor del día. Nadie sabe lo importante que es ella en este hogar, es la viga maestra de nuestra estructura, a ella le corresponde todo el mérito de que nuestra hija a sus 16 no se haya ido por el camino fácil, ella es la que le ha hecho comprender que un buen vestido, tener celular etc no vale de nada si estás perdiendo tu vida y tus valores. A mí siempre me recorre un escalofrío cuando veo a sus compañeras  de clase con  hombres que podrían ser sus abuelos. Tengo grabada a fuego esas declaraciones de Fidel orgulleciéndose de que en Cuba estaban las Jineteras más cultas del mundo. Está claro que el no tiene hijas que buscan en la calle el dinero para mantener a toda una familia, no es más que otra de las mentiras sobre las que se apoya esta tiranía.
Camino del trabajo voy pensando en lo que Omar me propuso ayer, parece que lo tienen bastante bien, piensan salir dentro de una semana, he visto la embarcación y es buena y potente, creo que lo conseguirán. Al final Verónica me ha convencido para quedarnos, sigue convencida que cuando caiga la barba, los que hemos estado aquí luchando por nuestra libertad nos verenmos recompensados, la verdad es que eso mismo opina mi jefe, me dice ten paciencia, tu eres buen trabajador, estas en nuestra firma y cuando caiga el viejo daremos un salto ya que importaremos el doble y contamos contigo. Ojalá sea cierto...