Entró en el bar y saludó a los presentes con un educado pero firme "Buenos días". Tiene ese aire de Caballero formado en las buenas costumbres , ese aire que se tiene o no. Una de las pocas cosas que todavia no se pueden comprar.
Rondará más cerca de los 80 que de los 70, y a pesar de los cerca de 30º C y la humedad reinante, viste un traje bastante grueso (posiblemente el único que tiene) corbata y un sombrero clásico un poco ladeado. Vengo del médico, acalara, la revisión de todos las años, ponme un café y un chupito de hierbas.
Sacó el monedero, y rebuscó hasta dar con las monedas, al chupito invita la casa. Aún así dejó 50 céntimos de propina (puede que no tuviese nada más).
Acostumbrado a viajar y a compartir barra de bar con todo tipo de gente, cada cierto tiempo me tropiezo con el, con diferente nombre, diferente traje y diferente ciudad.
Me ha recordado al personaje de la foto que encabeza este artículo, allí en La Havana, con un calor asfixiante caminando impasible con su elegante traje adornado con su pajarita, cartera en mano y apoyado en su bastón.
Si Ud estuvo en la Havana recordará este son "CABALLERO".
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