martes, 16 de octubre de 2012

LOS CABALLITOS






Cuidado con los caballitos, fue lo primero que me dijeron cuando cogí un coche en la Havana. Los caballitos no eran otra cosa que los policías motorizados, siempre al acecho, debajo de un árbol, al final de un puent, en los cruces. Conducir en Cuba es una aventura, una sorpresa tras otra.
Lo primero es que un coche con matrícula turistica es el objetivo de cualquier joven policía o de los famosos caballitos, las multas están al orden del día con unos argumentos tan contundentes como:

-Iba Ud. muy rápido.
.- No señor agente, iba a 50
-No iba más rápido
.- Pero... había algún radar? 
. No señor, pero yo lo ví
.- Pero como sabe Ud que no iba a 50?
-Por mi experiencia

No se rían esto me pasó, y si al final no me multó fue porque era un agente muy joven, comoc asi todos los que están en la Havana y emepecé a mostrarme muy cabreado y me dejó marchar cuando le dije que viniese un superio y que no me movería de allí hasta que llegase.

- Buenas tardes  Señor
.- Dígame
- Su documentación
.-Por?
-Iba Ud muy cerca del otro coche
.- Como?
-Iba ud muy cerca
.- Pero como de cerca, un metro, metro y medio dos ...?
-Muy cerca
.- En ese instante pasan dos coches con placas de cuba casi empujándose uno a otro, ( No sería la primera vez) Y le digo como esos dos ? 
- Muy cerca
.- Didscusión continua y multa de 20 pesos, por supuesto en CUC

Esta ya no me pasó a mi, yo iba de copiloto y conducía mi amigo

- Al llegar al puente afloja que al final hay un caballito
- Afloja mas, pasa el puente a 50
.-Documentación
- Hice algo mal agente?

-Iba Ud. muy rápido.
.- No señor agente, iba a 50
-No iba más rápido
.- Pero... había algún radar? 
. No señor, pero yo lo ví
.- Pero como sabe Ud que no iba a 50?
-Por mi experiencia

Les suena, pero ante la inssitencia de mi amigo y su justificación de que lo había avisado que no podía pasr de 50 y que no había pasado de esa velocidad nos dejó marchar.
Lo cierto es que el Hyundai Atos de 900CC con 4 personas tampoco corría mucho más.

Por eso cuando leo las alegaciones de la fiscalía sobre el accidente de Carromero, no puedo más que imaginarme la situación y me confirma por mi experiencia en esas carreteras sin pintar, con mal asfalto, con coches parados en medio, ya que el parque móvil de Cuba es de los años 50 y su mantenimiento es nulo, sin una sola señal y mucho menos de obras y sin una sola farola.
Que es imposible que Carromero en un Hyundai con 4 personas, dos de ellas de allí que continuamente te avisan de todos los peligros, circulase a 130 km/h y que es imposible que esa carretera estuviese señalizada.

Por todo ello mi9 más sincero apoyo a Angel Carromero y a las autoridades cubanas decirles una cosa.

NO ME LO CREO




jueves, 29 de marzo de 2012

De Zoe Valdes

Reproduzco esta entrada del blog de Zoe Valdés  creo que leyéndola la Iglesia debería de reflexionar

 http://zoevaldes.net/2012/03/29/carta-a-mi-madre-muerta-en-el-exilio/

 

Carta a mi madre muerta en el exilio.

marzo 29, 2012
Mamá el día de la comunión
CARTA A MI MADRE MUERTA EN EL EXILIO.
Zoé Valdés.
Mamá, esta es la carta más difícil que voy a escribir en mi vida. No solamente porque tú no podrás leerla nunca, sino además porque al escribirla estoy diciéndote que, pese a tu valiente anticastrismo, sostenido hasta el último segundo de tu existencia, te equivocaste –como muchos cubanos- al creer que tu iglesia, la iglesia católica, estaba de tu parte, de parte del pueblo cubano.
Me da un profundo dolor contarte esto que he visto hoy. He visto al Papa, al sumo Pontífice, Benedicto XVI, representante de los cristianos en el mundo, y de la iglesia que tú amabas, y por la que tanto tuviste que padecer como católica, darle la mano al Diablo, a Fidel Castro. Al hombre que persiguió a tantos creyentes, que expulsó a curas y a monjas de Cuba, y que persiguió y encarceló a los cristianos. El Papa en persona tomó las manos del Diablo entre las suyas, tomó las manos del hombre que tanto injurió a los católicos, que mandó a entrar a sus tropas en las iglesias sin importarle la profanación de los templos con su extrema violencia, que fusiló a inocentes los que morían gritando: ¡Viva Cristo Rey!
Me dirás que ésa es la fuerza de dios, el perdón. Pero no puedo entender ese perdón hacia un tirano, no puedo comprender ni lo haré nunca, que hoy se haya reunido con esa familia que tanto ha dividido a las familias cubanas, que expulsó a casi tres millones de cubanos al exilio, que ha obligado a prostituirse a sus jóvenes, que ha abusado de la infancia y de la vejez, que ha destruido un país y su cultura. No puedo entender que el Papa para colmo no haya tenido un minuto para las Damas de Blanco, que no haya deseado ver a la oposición, sólo sea por tener un gesto de paz, un gesto de valentía y de resistencia. Hoy, mamá, el comunismo le ganó a tu iglesia, y volvió a burlarse de ella, y de todos los cubanos. El Diablo volvió a llevarse la mejor tajada, y eso lo ha permitido la iglesia. Eso lo consiguió el peor de los culpables, el cardenal Jaime Ortega y Alamino, el que tú creías que era una persona decente, de fe y verdad, que haría mucho por los cubanos. Lo que hizo fue traicionarnos, negociar suciamente esa visita, pero mucho antes negoció el destierro de los presos políticos. No es una persona de fe, ni mucho menos de verdad.
Recuerdo ahora tu lucha, y la de abuela, para que mi primo y yo asistiéramos al catecismo, en la iglesia de La Merced donde hice la comunión, y la confirmación en la iglesia del Espíritu Santo. Recuerdo cómo nos apedreaban la mayoría de las veces que salíamos de misa, y cómo debíamos entrar a escondidas por la puerta del Refectorio. Y el Padre Gaztelu nos recibía con su pelo teñido con papel carbón, nos daba una escuálida merienda y las felicitaba a ustedes en un murmullo por insistir en darnos una educación religiosa, cuidándose de que no lo oyeran.
Tan contentos estaban los sacerdotes con nosotros que me dejaban pescar guajacones en la fuente del patio del convento de La Merced, con un jamo casero y encerrarlos en un pomo, para volverlos a tirar al estanque. Me permitían patinar en la iglesia, en las horas en que estaba desierta y hablar con Santa Flora con su puñalada en la garganta; era la época en la que muy pocos se atrevían a volver a los templos. Y el hermano Raúl nos daba clases de canto, y de piano. Lo que provocó que en un matutino de la escuela me equivocara y en lugar de entonar un himno castrista me desgalillara con mi voz agudísima: “Tu mirada dulce y pura, llena al triste de contento: Ay, no dejes tierna madre, de mirarnos ni un momento, Bendícenos…” Ahí mismo la maestra me dio un reglazo en la boca que todavía recuerdo el ardor que me produjo y la humedad dulzona del hilillo de sangre.
Cuando iniciaron a los niños a los siete años como pioneros comunistas, a mí y a otras tres niñas y a un niño, nos apartaron de la fila. Allí estaba abuela, atenta, sus ojos azules rojos de ira. La maestra dijo que estos niños no podían ser pioneros porque eran creyentes y no recibirían la pañoleta de pionero comunista. El director de la escuela, viejo amiga de Julio Antonio Mella, Jesús Escandell Rey, se aproximó a mí e inquirió: “¿De quién quieres ser hija, de Dios o de Fidel?” Yo no sabía qué responder, para colmo mi padre no vivía con nosotras, y yo ansiaba tener un padre. Miré a mi abuela y ella me hizo un signo con los dos dedos, índice y del medio, como un número dos, entendí yo, y respondí: “De los dos”. “Eso complica las cosas, dijo el director, pongamos que sólo podrás ser hija de Fidel”, y anudó a mi cuello la pañoleta azul y blanca, que eran los colores de entonces, luego vino la pañoleta roja. Cuando salimos del acto mi abuela no paraba de regañarme, ella lo que había querido hacer era el signo de victoria, de que habíamos ganado resistiendo. Pero yo no había resistido, yo no había comprendido, yo había flaqueado. Yo ahora era pionera. La iglesia, al menos el padre Gaztelu, entendió y solo nos pidió que cuando saliera de la escuela directo para la iglesia que no entrara con la pañoleta, que no olvidara de quitármela. Nunca lo olvidé.
Hice la comunión, la confirmación, y continué hasta el segundo año de catequista, sólo porque tú querías y abuela también, que resistiera a la vulgaridad cotidiana que nos rodeaba con otro tipo de educación y de aproximación a la vida. Ser católica se convirtió en una forma de resistencia secreta. Sin embargo, en cuanto pude decidir por mí misma me alejé de la iglesia y asistía solamente cuando necesitaba de la soledad del templo, cuando me urgía recogerme en silencio para pensar y refugiarme en otro mundo, pero los rigores del adoctrinamiento comunista exigían mucho tiempo de todos nosotros. Tú seguiste asistiendo a la iglesia, con una fe a prueba de todo; pero a los cuarenta y tantos años caíste en una profunda depresión y pese a que dejaste de asistir con asiduidad a misa después que abuela se murió, seguiste creyendo en dios, en la madre de dios, en la virgen de la Caridad, y visitabas entonces tres o cuatro veces por año la iglesia donde me bautizaste, la de la Caridad, en la calle Salud, de donde recientemente la policía expulsó a un grupo de opositores con la anuencia y complicidad de los sacerdotes.
Participaste en la gran manifestación de opositores en la iglesia de Reina en los años noventa, de allí te sacaron a empujones y porrazos y corriste loca de miedo acompañando a la madre de un disidente, que habías conocido en la iglesia. Con ella salías por las noches a marcar en las puertas consignas anticastristas, tú escogías casi siempre la misma, la que más te gustabas garabatear a toda prisa: ¡Viva la madre de Dios! ¡Abajo el comunismo! Eso lo hiciste hasta que tu amiga murió (me lo contabas por cartas), y hasta que pudiste salir al exilio y reunirte con nosotros.
Aquí, en el exilio, me pediste ir a rezar a la iglesia de la Miraculeuse, en la rue du Bac, allí fuimos a menudo hasta que enfermaste. Allí le recé a la Milagrosa que no permitiera que sufrieras demasiado. Allí también me anunciaste que deseabas una ceremonia cristiana, católica, para el final de tu vida. Y así fue. Al morir te hice una misa cantada en la iglesia de nuestro barrio, en Saint-Paul. Donde mismo llevé a mi hija a que hiciera la comunión y la confirmación, solo porque tú me lo habías pedido, “mira, que la niña se ha bautizado en Cuba” y sería idiota que no continuara cumpliendo con los santos sacramentos.
Recuerdo el bautizo de Luna, en la iglesia del Sagrado Corazón, en el Vedado, por nada vamos presos, porque el padre Anselmo empezó a gusanear en contra del régimen, y a pedirnos que despertáramos y que teníamos que luchar por nuestra libertad, yo apreté a la niña contra mi pecho, porque todos los que allí estábamos bautizando a nuestros hijos esperábamos que sucediera lo peor, ya que no era la primera vez que por la misma razón la iglesia se llenaba de policías que arremetían a palos en contra de la gente. Ese día por un tilín no sucedió nada, pero el padre Anselmo no duró demasiado en La Habana, lo expulsaron poco tiempo después. Eso fue, como recordarás, en el año 1994. El año de la Crisis de los Balseros, las iglesias se llenaron de cubanos, que lloraban por sus seres querido, los que se marchaban en balsas hechas con nada hacia un destino incierto, pero lo preferían antes que quedarse en otro destino todavía menos cierto. Ricardo filmó todo aquello, de ahí salió su documental Fiel Castro, al final vemos esas imágenes tan tremendas de todo un pueblo llorando en la iglesia de la virgen de Regla. Y faltó una imagen, o tantas, pero sobre todo aquella en la que Ricardo le preguntó a una mujer con un bebé en brazos, de la misma edad que nuestra hija, si no tenía miedo. Ella lo miró con los ojos aguados y le dijo que ninguno, que no tenía ningún miedo: “¿Ellos no dicen que Patria o Muerte? Pues yo prefiero irme p’a la Muerte”. Y ayudada por otras personas se subió con su bebé en brazos a una balsa que se perdió en la oscuridad de la noche. Los cantos a la virgen mambisa, a la Caridad del Cobre, y también a la virgen de Regla, cantos católicos y yorubas fueron alejándose devorados por el bramido de las olas.
Por aquellos días tú no dejabas de encender tu mocho de vela (la que te tocaba por una casilla de la libreta de racionamiento), de darte tus viajecitos a Regla, y de rezar. También rezaste mucho para poder salir al exilio, donde viviste poco tiempo, donde enfermaste y moriste con una muerte digna, la que tú quisiste, una muerte cristiana que yo te procuré.
Mamá, siento decirte que esa iglesia que tanto quisiste, en la que tantas esperanzas pusiste, te traicionó hoy. El cardenal Ortega ha dicho que debemos desear la reunificación de todos los cubanos, yo sé que tú no habrías querido reunificarte con los que tanto nos han hecho padecer, con los que nos han humillado y expulsado de nuestro país, con los que albergan un odio y una infinita vileza. “Perdonad”, ha repetido el Papa en su misa, en la Plaza de la Revolución, con la efigie del asesino de La Cabaña a sus espaldas, el Che Guevara. ¿Perdonar al tirano, a toda su estirpe? No, tú no lo hubieras creído ni en la peor de las pesadillas. Pero lo que si no hubieras soportado es ver a tantos infieles disfrazados, a tantos castristas abarrotando las sillas y los espacios donde debieron sentarse los verdaderos cubanos. Los verdaderos cubanos estuvieron desaparecidos, encarcelados, apaleados, vejados. Los verdaderos católicos no pudieron presenciar esas misas Papales, no los dejaron, porque los verdaderos católicos fueron reprimidos con la aprobación y la colaboración de la iglesia, de su cardenal, y del Sumo Pontífice, que prefirió darle media hora al tirano antes que reunirse un minuto con las Damas de Blanco.
Mamá, lo siento, te equivocaste con la iglesia. Es tarde para que cambies de religión o para que te vuelvas atea, como me volví yo aquella tarde tras un pesado cortinaje de terciopelo morado en que comprendí el engaño de toda esa parafernalia, aunque lo asumí como educación complementaria. Mamá, me da mucha pena que estés debajo de esa tumba de mármol con un crucifijo encima. El crucifijo que tú querías y que mi amiga Enaida tanto zancajeó para encontrártelo. Lo siento, mamá, pero mañana mismo voy a arrancar el crucifijo de la tumba y botarlo a la basura. Y si la virgen, en la que sigo creyendo, esa virgen mambisa que tanto tú has amado y que me enseñaste a amar, me castiga, pues bueno, creo que ya hemos afrontado buena parte de ese castigo o de esa prueba. Pero si Dios ha permitido que su representante en la tierra sostenga entre sus manos las manos del representante del Mal, creo que se está verdaderamente pasando ya de la raya con el caso de los cubanos. Y si perdonó al Demonio, no tiene ninguna razón para castigarme a mí. Pero esa cruz te la quito de encima mañana mismo.
Publicada en Libertad Digital.
Acta de Comunión de mi madre
Fe de Bautismo mía
Mi Acta de Comunión
Bautizo de Luna en la iglesia del Sagrado Corazón con el padre Anselmo
Comunión de Luna. A la salida de la iglesia Saint-Paul.

viernes, 27 de enero de 2012

CARTA ABIERTA A FIDEL Y RAUL CASTRO


Estimado Señor Presidente de la República de Cuba:



Salga a dar una vuelta conmigo por La Habana. Hagamos como que usted y yo, sólo somos dos personas normales, y usted no es mejor que yo. 

Me gustaría hacerle algunas preguntas, si es que podemos hablar honestamente: 
¿Por quién reza en las noches antes de dormir? 
¿Qué siente cuando se mira en el espejo? ¿Se siente orgulloso? 
¿Cómo logra dormir mientras el resto de nosotros llora por la Libertad
¿Cómo logra soñar sabiendo que el pueblo cubano no tiene la oportunidad de expresarse y reclamar por sus derechos? 
¿Por qué ese odio hacia los que piensan diferente? ¿Es malo reclamar por aquello que uno siente? ¿Es malo luchar por aquello que uno se merece? 
¿Cómo camina con la frente en alto? 
¿Es capaz si quiera, de mirarme a los ojos… y decirme por qué? 

Señor Presidente: 
¿Fue usted un niño solitario? ¿Es usted un niño solitario? 
¿Cómo puede decir usted, que ningún niño es dejado de lado? Cuando se le quita la posibilidad de pensar libremente y de vivir por aquello que sueña. 
¿Cómo puede decirme que todos los cubanos tenemos los mismos derechos? No somos tan estúpidos y no estamos ciegos, Señor Presidente. 
Estamos parados en nuestras celdas, estamos encerrados en nuestro propio país. Estamos escuchando atentamente sus palabras, mientras usted pavimenta el camino hacia el odio, mientras usted nos divide sin más motivos que el hecho de pensar distinto.
¿Qué clase de padre le quitaría los derechos a su propio hijo? ¿Qué clase de padre odiaría a su hijo por no pensar igual que usted? Piénselo Señor Presidente... ¿De verdad usted piensa usted, que nosotros no queremos un país mejor? ¿O en realidad es temor, que eso que soñamos sea mucho mejor a lo que usted viene prometiendo desde más de 50 años y nunca ha llegado? 
Sólo puedo imaginarme lo que su consciencia tiene para decirle Señor Presidente: "Hemos avanzado tanto Fidel, desde la época de revolucionarios", solo eso me imagino. Pero no se deje engañar por su propia consciencia Señor Presidente. Mire a su alrededor y ponga la mano sobre su corazón y piense Señor Presidente, ¿realmente estamos mejor? 
¿Cómo logra dormir mientras el resto de nosotros llora? 
¿Cómo logra soñar sabiendo que miles de ciudadanos somos encarcelados sólo por el hecho de pretender un país mejor para nuestros hijos? ¿Cómo camina con la frente en alto?
¿Es capaz si quiera, de mirarme a los ojos… y decirme por qué? 
Déjeme contarle sobre un país mejor, Señor Presidente:
Un país, donde nuestras voces sean escuchadas… 
Un país, donde todos aquellos que no piensan igual sean respetados, tenidos en cuenta… 
Donde toda persona que quiera participar e involucrarse en el futuro de nuestra patria, tenga el Derecho y el espacio para hacerlo… 
Un país, donde al diferente no se lo mire como un contrarrevolucionario... 
Déjeme contarle sobre un país mejor.
Donde los únicos países amigos, no sean aquellos que esclavizan y quitan todos los derechos a su pueblo… 
Donde existan medios informativos que puedan criticar las malas políticas del gobierno, sin por ello tener que ser perseguidos o eliminados… 
Donde tengamos la posibilidad de elegir a quién nos represente, y tener la posibilidad de quién lo desee pueda presentarse como candidato… 
Déjeme contarle sobre un país mejor.
Un país donde dejemos de escuchar promesas de la revolución que nunca las vemos materializadas… 
Donde podamos soñar con un país mejor, donde tengamos Libertad de salir y entrar cuantas veces lo queramos… 
Donde tengamos los mismos derechos que cualquier otro ciudadano tiene en el mundo… 
Déjeme contarle sobre un país mejor, Señor Presidente:
Donde los ciudadanos podamos viajar libremente, en cómodos servicios de transporte… 
Donde los hospitales no se caigan a pedazos… 
Donde los cubanos tengamos los mismos servicios médicos que los extranjeros, y los enfermos no deban durante semanas esperan ser entendidos como animales… 
O donde los defensores de los DDHH, no terminen muertos por supuestas enfermedades en abandonados hospitales… 
Déjeme contarle sobre un país mejor.
Donde podamos recibir un sueldo digno, donde cada uno pueda ser premiado por su esfuerzo y voluntad, y no ser castigados con un ingreso fijo que no alcanza para nada… 
Donde podamos construir nuestra casa propia con el fruto de nuestras manos, sentir que lo que tenemos es fruto de nuestro trabajo... 
Sentir que al menos valemos para alguien… 
Déjeme contarle sobre un país mejor.
Donde no estemos buscando excusas ridículas para justificar nuestros propios fracasos… 
Un país, donde se pueda ahorrar para gastar en aquello que deseemos, y no uno donde no podamos ahorrar ni una sola moneda debajo del colchón, mientras nuestros políticos abren millonarias cuentas en el exterior… 
Donde el estado no nos mienta con números irrisorios… 
Déjeme contarle sobre un país mejor, Señor Presidente:
Donde no se les pague a las personas con un sándwich y un refresco para llenar actos, o agredir a disidentes, menos aún para defender posturas indefendibles… 
Donde quienes pensemos diferentes, tengamos los mismos derecho de aquellos que piensan como usted… 
Donde lo diferente no sea mirado como una amenaza, sino como tales, como personas que sólo piensan diferente… 
Déjeme contarle sobre un país mejor.
Donde las fuerzas de seguridad estén para defender al pueblo, y no para agredir a quienes pretenden hacer valer sus derechos… 
Donde no exista un Comité de Defensa de la Revolución, que funcionan en cada cuadra llevando un registro de las actividades de todos los ciudadanos llevamos adelante… 
Donde tengamos Libertad de hacer todo aquello que queramos hacer, sin perjudicar a nuestro hermano… 
Donde la Libertad, pueda vivirse en carne propia y no ser un simple deseo inalcanzable… 
Déjeme contarle sobre un país mejor.
Un país, donde la educación sea realmente de calidad, y nuestros alumnos tengan acceso a estudiar y leer cualquier libro que ellos deseen y no sólo aquellos que el régimen les permita… 
Donde cualquier ciudadano que lo desee pueda tener libre acceso a internet y por medio de ésta expresarse libremente… 
Donde se nos permita escuchar radios y ver programas de TV extranjeros, sin que se nos persiga por ello… 
Déjeme contarle sobre un país mejor.
Un país, donde todos los ciudadanos podamos sentir orgullo por nuestro representante, más allá de las diferencias ideológicas… 
Un país, donde podamos creer en la palabra, y no desconfiar de todo lo que se nos promete… 
Donde las necesidades del pueblo sean satisfechas en tiempos coherentes y no morir en falsas promesas…
Déjeme contarle sobre un país mejor.
Un país, donde al menos podamos comprar jabón para bañarnos, y no tengamos que solicitárselo a los turistas que nos lo regalen… 
Un país, que nos permita mínimamente comprar aquellas cosas que podamos necesitar diariamente… 
Donde las tiendas comerciales no sean sólo para turistas o funcionarios del Gobierno… 
Déjeme contarle sobre un país mejor.
Un país, donde nuestros hermanos cubanos esparcidos por el mundo tengan la posibilidad de volver a su patria… 
Y no, donde los cubanos sólo vivan pensando en la forma de escaparse del suelo que los vio nacer… 
Déjeme contarle sobre un país mejor.
Donde la prostitución no sea el único negocio rentable en la isla… 
Donde existan posibilidades para todo aquel que pretende mejorar su calidad de vida… 
Donde sólo podamos ser libres… tan sólo eso Señor Presidente… ser libres.
Déjeme contarle sobre un país mejor… déjeme contarle sobre mi sueño de país. 
Usted no tiene idea lo que es un país mejor… 
Usted no tiene idea lo que un país, Señor Presidente. 
¿Cómo logra dormir en las noches? 
¿Cómo camina con la frente en alto? 
Señor Presidente: Usted nunca saldrá a dar una vuelta conmigo. Usted no es mi presidente.

domingo, 22 de enero de 2012

DELICUENTE COMUN


Es el adjetivo preferido de la dictadura Cubana para justificar todo lo que no comulgue con sus ideas, primero fue Orlando Zapata, ahora Wilman Villar. Pues bien, les voy a contar un cuento sucedido en uno de mis viajes a la Havana en mayo de 2007.
No era la primera vez que sufría un incidente con la policía en Cuba, ya que los carros con placa turística, son su objetivo para recaudar alguna que otra multa, siempre con acusaciones tan serias como "iba Ud a mas de 50km/h que yo lo ví ¿Pero hay un radar? No, yo lo vi, o iba ud muy cerca del otro vehículo ¿pero como de cerca? un metro dos , no muy cerca. Hasta entonces siempre era discutible pero por el conducto legal, multa y a pagarla al devolver el coche, vía oficial.
Pero este día nos dirigíamos a recoger a Omarito para cenar y tomar unas copas, cuando de detrás de un árbol en una calle poco transitada nos da el alto una patrulla. Miguel y Nai permanecieron en el coche y yo me bajé para ver que querían. Empezaron por preguntar a donde íbamos, que si era la primera vez que estábamos en Cuba etc, al ver que ya me sabía la Historia le pidieron la documentación a Nai, y comenzaron las amenazas, ya sabe que si tiene antecedentes de acoso(*) la llevaremos al cuartel, no hay problema les dije, la conozco bien al igual que a su familia, pasaron los datos por radio y la respuesta fue, está limpia, además trabaja en el Hospital. En ese momento su estrategia cambió claramente, y yo pasé a ser su objetivo.
Ud está tomado (Bebido), no, respondí, si quieren haganme una prueba de alcoholemia. Bueno pero verá eso es muy largo, tienen que venir del cuartel hay que esperar, y les dije bueno no tengo prisa, aunque en realidad sí. Y ahí empezó el cuento, no hacían nada, solo demorar la cosa y a los 5 minutos soltaron lo de , si Ud quiere esto lo arreglamos aquí, y les pregunté cuanto, 10 CUC me respondío 5 para cada uno, así que eché la mano al bolsillo y me dijo, espere que no lo vean, (les recuerdo calle sin tránsito y con la iluminación típica de la Havana, es decir nula) echélos con disimulo dentro del carro.
Y así fue, continuamos camino de casa de Omarito y seguimos la noche.
Ahora ya saben Uds donde están los delincuentes comunes.

* ACOSO: Tipificado en Cuba para marcar a las jineteras, o a cualquier mujer que se encuentre con un extranjero, o excusa perfecta para crear antecedentes.  


viernes, 20 de enero de 2012

CADA MAÑANA


"Cada mañana bostezas
amenazas al despertador
y te levantas gruñendo
cuando todavía duerme el sol
minima tregua en el bar
café, con dos de azucar y croissant.."
       Joaquín Sabina (Zumo de neón)

Quien no se ha sentido identificado con estas estrofas alguna vez en su vida, la rutina nos aplasta cada día y luchamos contra ella y en nuestro interior guardamos una ilusión una fantasía que nunca realizaremos, pero que está ahí para darnos esa esperanza de romper con todo y disfrutar de la vida.
La vida en Cuba es pura rutina, trabajar para algo que no te recompensa, oprimido en tu propia casa, sin libertad de expresión, con miedo a no volver a ver a tus seres queridos.
Pero algunos como,Yoani Sanchez, Guillermo Farinas, Damas de Blanco y tantos otros anónimos  luchan por ese sueño de ver una Cuba Libre. 
Hoy desgraciadamente sumamos otro nombre al de Orlando Zapata, Wilman Villar ha fallecido preso en una de esas cárceles, abandonado tras 50 días en huelga de hambre. Su delito haberse declarado contra la tiranía del régimen públicamente.Llamazares estamos esperando tus palabras o no tienes lo que hay que tener...

Descanse en Paz

domingo, 8 de enero de 2012

QUE MALOS SON TODOS

El Coma Andante, vuelve a arremeter contra todo aquel que no le pase la mano por el lomo, si hace poco se difundía en Twitter el rumor de la muerte de Fidel, cosa que todos deseamos deje de ser un rumor y pase a ser una verdad, todos esperabamos una respuesta disparatada de los órganos del partido o una larga charla en juventud rebelde o el granma. Y así fué apareció el fósil divagando sobre los peligros de la guerra nuclear y el cambio climático. Y ahora disparan contra Twitter por servir al malvado  y tirano Imperio ( me descojono de la risa).
Querido fósil, veo que con los años se te olvidan las cosas,y voy a referescarte un poco la memoria. Hablas en tu artículo del peligro de la guerra nuclear ¿Acaso has olvidado 1962? ¿Te suena de algo la crisis de los misiles? quiero recordarte que ese fue el moemento mas cercano a la guerra nuclear en la historia reciente, y ahora programas la llegada a la isla de Ahmadinejad que se caracteriza por incumplir las resoluciones de la ONU en materia Nuclear y está provocando un aumento de la tensión en el estrecho de Ormuz.
Por otro lado entiendo que te inquiete Twitter, ya que escapa de tu control y dictadura, es una vía de expresión que no controlas, tus chivatos del cdr no pueden controlarlo y los pocos cubanos que tienen acceso a el pueden expresar libremente lo que piensa la gran mayoría. 
Y por si no lo sabes eso se llama libertad de expresión, pero tu puedes seguir con ese discurso rancio, echándole la culpa al demonio Yanqui, al imperialismo etc 
Recuerdo un cuento cubano oido por allá. Un balsero que llegó a Miami y tras varios días consigue contactar con su familia y les cuenta que está bien , que lo están ayudando y que espera reclamarlos pronto, a lo que uno le pregunta que como es el Demonio Yanqui, y este le contesta No sé, acá dicen que se mudó a la Habana hace 56 años