domingo, 26 de septiembre de 2010

MI MENTIRA TU VERDAD MI VERDAD TU MENTIRA



Os dejo otro extracto de ese libro que se atasca y arranca, va a tirones y sale adelante por necesidad de escribir, muy paralelo a la vida en cuba que va a tirones y sale adelante por necesidad de vivir
..seguimos deambulando por las calles buscando algo más, no dejábamos de comentar lo anteriormente sucedido, la mezcla de cansancio por el jet lag las cervezas y lo que habíamos vivido en nuestras primeras horas hacía que la adrenalina se disparase, entramos en otro local deseando ver que nueva aventura nos esperaba. Realmente lo que teníamos era hambre y encontramos una bodega típica, abierta por el frente y por un lateral, con unas mesas en el exterior donde unos alemanes daban cuenta de las cervezas y miraban para las chicas, ellas sentadas a su lado y con la barrera del idioma presente, se limitaban a sonreír y a comentar entre ellas lo que la noche les podía deparar. Nos sentamos en la barra y pedimos dos bucanero, la cerveza más fuerte de la isla, y dos sándwich, allí tranquilos y con el estómago asentándose observábamos nuestro alrededor. A unos metros de la barra estaba Lisset y su amiga …. …… era el prototipo de belleza exótica de la isla, una preciosa mujer morena de cuerpo esbelto y amplia sonrisa, tenía una mirada muy expresiva y unas extensiones en el pelo que le daban un toque de modernidad y una clara  influencia de la Mtv, ya ve la censura de Castro pudo con las ideas pero no con la moda, su camiseta de Madonna así lo reafirmaba. Tras una charla más amigable y menos directa que la mantenida con Yanelky, me fui haciendo una idea de la realidad, una chica guapa procedente de Sancti Spíritus un pequeño pueblo dedicado a los cultivos, sin opciones de progreso, en una isla donde todo se viene abajo. Como ella muchas otras ahorraban lo suficiente, vendiendo lo que cultivaban, para bajar a La Habana y pasar allí un fin de semana, alquiladas en una habitación ruinosa, con la única intención de conocer y enamorar a algún turista que las sacase de allí. Había una diferencia muy clara ella buscaba salir de allí y conseguir una vida mejor, era muy amable muy tranquila, deseaba agradar y demostrar que no era una jinetera, enseguida pasamos a hablar de España, de su ilusión, de su prima que estaba en Francia, quería demostrar que era diferente.
Salimos a la calle buscando un transporte hasta su habitación, fue la primera vez que me monté en un bicitaxi, ahora sé porqué Sabina cantaba aquello de “ y en cada bicicleta caben tres”, un joven cubano pedaleando por las calles solitarias y oscuras, nos puso música en un equipo con reproductor de cd, imagínese el contraste. Nos cobró dos dólares por un trayecto de quince minutos, le di cinco y me dio las gracias más sinceras que he recibido nunca.
Frente a mí un edificio de clara arquitectura colonial, mostraba en su fachada y en los tablones que apuntalaban los soportales las inclemencias de los años, el portal conservaba en el suelo los mosaicos elaborados con esmero años atrás, los restos de azulejos que en sus comienzos decoraban hasta media altura el portal, reflejaban el sentimiento global de la isla, la belleza y glamour de antaño se desmoronaba como el régimen. Una madeja de cables asomaba de lo que en su día fue una instalación eléctrica, hoy no son más que empalmes y contadores que siguen funcionando por pura rutina. El primer escalón crujió bajo mi pie y eso me hizo aproximarme hacia la derecha, lo más próximo posible a la pared, ya que la inclinación de la escalera y la débil barandilla, que algún día lució su forja  a los inquilinos, se me antojaron aún más frágiles de lo que eran. Cuatro largos pisos hasta llegar a la habitación alquilada, la entrada daba paso a una amplia cocina sin más electrodomésticos que un hornillo eléctrico y un frigorífico que ya no enfriaba, nos sentamos en la mesa a charlar y nos ofrecieron una cerveza, pagaban diez dólares por el fin de semana y compartían lo que en otros tiempos fue un colchón. Un pequeño perro que vivía en la casa correteó por entre nosotros, quien sabe quizá el también buscaba una salida....

4 comentarios:

  1. Me gustan estos trocitos de tu Cuba, y espero leer en el libro los finales de estas historias... tanto como esperan tanto los cubanos a que algo cambie en Cuba

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  2. Es normal que de una madre artista salga algún hijo con su vena ,aunque sea en otros terrenos .Me gustó lo que leí ,no te " atasques "Fran y continúa .Enhorabuena ,cuando salga compraré el libro .Una amiga de tu madre .
    Charo Roca.

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  3. Bien Fran....
    Estoy deseando leer ese libro...........
    varios años ya de búsqueda de mentiras y verdades....., que sepas que yo estoy en ello---
    cuando dedico un rato a tu blog.. cada vez más me apetece acompañarte en el viaje nº 17

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